viernes, 15 de marzo de 2013

Desde el Placard

Clara, Carlos.


Empecé el día diciendo ¡Chale, puta madre!.
Me surgió del corazón...

Uno de esos días en los que se amanece, digamos que bien, tranquilo con las prisas cotidianas, desde la búsqueda del rastrillo, la espuma, el jabón, la regadera, la toalla, escoger la ropa en el placard, desayunar a las apuradas...salir de casa, sin saber si nos volveremos a ver, la idea es esa, volvernos a ver, volvernos a encontrar, pero en realidad no sabemos si regresaremos... México, Argentina, Estados Unidos, La frontera... esto es nuestra cotidianidad, por lo menos mi cotidianidad y todo lo relacionado a ella. ¡Papa nuevo!, Argentino, Latinoamericano... ¿de qué sirve? No lo sé pero por lo menos (leí) que puede significar algo para ea regionalización que buscamos en américa latina, no a niveles comerciales, ni económicos, tampoco religiososos... pero si de humanización, de hermandad, de tranquilidad  de paz. La importancia de tener el Primer Papa proveniente del nuevo mundo es relevante para estas tierras, para esta gente. ¡No, nos salvará de la pobreza, ni de la ignorancia! ni del tercer mundo, pero a nivel espiritual puede traer grandes beneficios (no lo veamos religiosamente), nos puede traer esos beneficios de solidaridad entre pueblos hermanos, con las mismas historias compartidas. En fin, era un breve comentario sobre lo que he podido ver (lo más importante en las noticias de este momento, de esta época, de estos días) ni la reforma educativa, ni la de Telecom, ni la Gordillo, han podido empañar la noticia de Francisco I en las redes sociales, en los encabezados en los diarios nacionales e internacionales, en los medios, en el sentir de la gente. Por lo menos contactos celestiales, pero bueno, ni a favor ni en contra de esta elección papal, digamos que se respeta y se siente bien, por Argentina, por América Latina, nada más. Pero repito una cosa es la economía nacional y otra cosa las cuestiones de la iglesia, el Papa no nos sacará de la pobreza.

De las cotidianidades más comunes que han tornado esta vida tan cotidiana  tan rutinaria, más bien no ordinaria. Al fin viernes, viernes de asado, viernes de amigos y familia en casa.
Tres décadas muy bien vividas. Alegrías, esperanzas, sueños, paz, anhelos, bendiciones, éxitos, viajes, conocimientos, amores...¡amor! tristezas, dolores, fracasos, caídas, desamores, desilusiones, crisis económicas, cambios radicales, revolucionarios, cambios sociales, transformaciones físicas, de pensamiento, madurez intelectual, responsabilidades, estabilidad, Crecimiento, que más da.





Viejos y más viejos, pude observar el paso de los años, se han ido ya algunos de los míos  Pedro, Celia, Roberto, Rufina, Daniel, Jorge, Nicolás... comprendí lo que es la vida, su importancia, su marcha, su ida. Comprendí el sufrimiento más profundo de la vida del hombre, el sufrimiento que sólo comparto con esa persona que siempre me ha acompañado -por lo menos en esta última década- comprendí el dolor humano, la enfermedad. Comprendo la impotencia del no poder hacer nada, comprendo lo radical de la existencia del hombre en el autoexilio, conozco la distancia y la ausencia, conozco la amistad y la traición, conozco la ignorancia, la pobreza. Pero conozco la vida, la alegría, la amistad, la paz, conozco el amor, el sexo, la tranquilidad, el vivir con esa conciencia tranquila y el poder salir a las calles sin miedos, ni remordimientos, ni penas ni vergüenzas y se decir gracias, vida, gracias Dios.
Ese placard guarda tantas cosas como mi corazón, como mi cabeza...me desgarro el alma por vivir, por amar, por llorar, por sentir, es impresionante respirar, amanecer, dormir, comer y hasta cagar. Esa mierda del mundo trato de eliminarla, de expulsarla, de ignorarla pero es imposible siempre existirá un ojete (más que tú), pero también es parte de la vida y he aprendido a esquivar, a obstaculizar, bloquear e ignorar, cada quien su vida, dejar vivir. Es temporal, esto es temporal, lo sé.
Se llorar.

Mi cámara, mi visión, mi foto. ¿Sabes cuántas imágenes tengo, cuántas fotografías conservo? es una de mis grandes pasiones, es uno de mis grandes vicios... y sin drogas siempre he vivido muy bien. Mi cámara, ahora mi playa, mi desierto, mis ciudades, mi frontera, mis ciudades, mis países, mi casa, mi país. Sé que es temporal por que te vas, se van, nos vamos.
Agradecido con Enrique Brito, Renaut Zorola, Antonio Galván, María de los Ángeles Olvera, por esas grandes enseñanzas de humildad, de aprendizajes, de conocimientos y armas para toda la vida y el trabajo. Con Emilio Ruíz, Erick Jasso, Javier Enriquez, Salvador Servín, Silvia Ojeda, Samuel Rosete, Alejandro Chairez, Jorge Camarillo, Jorge Rendón, Manuel Cerón, Ana Paula Hdz, Eugenia, Pibe, Vicente Hinojosa, Eric Obregón, Dante Bacarreza, Elias Castillo, Alejandro Rayas, Malua y Román por compartir y enseñarme el valor de la amistad, de la solidaridad. 

Hoy uno de esos días en el que amaneces y tratas de vivir lo cotidiano y lo rutinario de la vida misma, es hoy que al volver la vista atrás dices: ¡Hay chingao se fueron 30 años! 
Acá estoy, acá estamos. Mi música, mi cámara, mis mujeres; mi familia, mi mundo.
Sobre el asado, el buen vino y el momento.
No hay tal cosa que el disfrutar de esta vida, sólo o acompañado, gracias libertad, Gracias Vida, Gracias Dios.

Hoy en un 15 de marzo de 2013 en la mañana buscando que ponerme en el placard, me desgarro por vivir.

¡Chale, puta madre!.



1 comentario:

Silvia Ojeda dijo...

Si... Chale. Puta madre por lo que sin siquiera soñarlo en una pesadilla hemos vivido, pero GRACIAS A LA VIDA (que me ha dado tanto) porque, sin duda alguna hemos disfrutado sin escatimar las cosas buenas. La vida, con salud y enfermedad. La alegría. Las carcajadas. Las estupideces.